- ¿Qué es lúdica?
Lúdica proviene del
latín ludas, lúdica/co dícese de lo perteneciente o relativo al juego. El juego
es lúdico, pero no todo lo lúdico es juego.
La lúdica se entiende como una dimensión del desarrollo de los individuos, siendo parte constitutiva del ser humano. el concepto de lúdica es tan amplio como complejo, pues se refiere a la necesidad del ser humano, de comunicarse, de sentir, expresarse y producir en los seres humanos una serie de emociones orientadas hacia el entretenimiento, la diversión, el esparcimiento, que nos llevan a gozar, reír, gritar e inclusive llorar en una verdadera fuente generadora de emociones.
La pedagogía vista como proceso reflexión-acción se constituye en una herramienta que contribuye a generar la dignificación de la persona y la liberación de todas las formas de opresión individual y colectiva, al interior de la escuela en todos sus espacios.
En este contexto entra la pedagogía lúdica como reflexión-acción permanente sobre el pensar, sentir y actuar del maestro en su interacción con el estudiante y el conocimiento desde una perspectiva de goce por el conocimiento, por el trabajo por compartir porque satisface una necesidad y a su vez ayuda a través del juego el crecimiento personal y colectivo en forma placentera. La pedagogía lúdica enriquece el desarrollo cultural social dentro del tiempo libre y la educación formal y no formal. La lúdica es un concepto de categoría superior por cuanto es expresión de la cultura en un determinado contexto de tiempo y espacio.
El juego es una
actividad lúdica por excelencia y también lo son las diversas manifestaciones
del arte, del espectáculo y la fiesta, la comicidad de los pueblos, el afán
creador en la laboriosidad, el rito sacro y la liturgia religiosa y, por supuesto,
la relación afectiva y el sublime acto de amor en la pareja humana. En estas
acciones está presente todo el simbolismo de la lúdica estimulando los recursos
de la fantasía, la imaginación y la creatividad.
La necesidad lúdica
es la necesidad de ejecutar, bajo un impulso, acciones de forma libre y
espontánea en pos del desarrollo y el placer lúdico es el bienestar, la
consecuencia estimuladora del desarrollo, alcanzada a través de la actividad.
El acto lúdico es un acto de recreación destinado a propiciar el desarrollo
mediante acciones en pleno ejercicio de la libertad. Esta necesidad lúdica nace
desde la cuna y está presente a lo largo de la vida. En la infancia el juego
contribuye a la formación física e intelectual, durante la adolescencia, la
juventud y la adultez, contribuyen a definir la personalidad y la posibilidad
de enfrentar y resolver retos que plantea la vida.
Una deficiencia en la
necesidad lúdica trae como consecuencia trastornos en la conducta, que fomentan
el alcoholismo, la drogadicción y la delincuencia. Como consecuencia se atenta
con el buen desarrollo de la sociedad, ya que esta debe brindar alternativas
para una sana recreación con actividades de contenido educativo, en el tiempo
libre.
La verdadera recreación
es la que refuerza la obtención de experiencias vivenciales positivas
que enriquezcan la memoria y permitan la vitalidad del individuo a través del
recuerdo. La recreación es participación que permite el crecimiento interior y
contribuye al desarrollo personal.
- Aprendizaje:
El juego como
instrumento de aprendizaje:
El juego es fuente de
aprendizaje porque estimula la acción, la reflexión y la expresión. Es una
actividad que permite investigar y conocer el mundo de los objetos, el de las
personas y su relación, explorar, descubrir y crear. Los niños/as aprenden con
sus juegos, investigan y descubre el mundo que les rodea, estructurándolo y
comprendiéndolo.
No hay diferencia
entre jugar y aprender, porque cualquier juego que presente nuevas exigencias
se ha de considerar como una oportunidad de aprendizaje; es más, en el juego
los niños y las niñas aprenden con una facilidad notable porque están
especialmente predispuestos para recibir lo que les ofrece la actividad lúdica
a la cual se dedican con placer.
Además, la atención,
la memoria y el ingenio se agudizan en el juego, y todos los aprendizajes que
realizan cuando juegan serán transferidos posteriormente a las situaciones no
lúdicas.
El juego debe estar
incluido en los proyectos educativos no sólo porque los niños y niñas sientan
la necesidad de jugar, sino como medio de diagnóstico y conocimiento profundo
de las conductas del alumnado. El juego facilita el desarrollo de los
diferentes aspectos de la conducta: de carácter, de habilidades sociales, de
dominios motores y el desarrollo de las capacidades físicas; al tiempo que
entraña experiencias diversificadas e incluye incertidumbre, facilitando la
adaptación y como consecuencia, la autonomía en todos los ámbitos de la
conducta.
El profesor/a deberá
tener en cuenta que el juego supone una acción motriz, ya que, como indica
Florence, deben cumplirse una serie de premisas que recogen las principales
líneas metodológicas constructivistas en las que se basa el actual sistema
educativo, como son: la participación, la variedad, la progresión, la
indagación, la significatividad, la progresión, la actividad, la apertura y la
globalidad.
Los juegos deben
considerarse como una actividad importante en el aula, puesto que aportan una
forma diferente de adquirir el aprendizaje, mediante el descanso y la
recreación. Los juegos permiten orientar el interés del participante hacia las
áreas que se involucren en la actividad lúdica. El profesor/a hábil y con
iniciativa inventa juegos que se acoplen a los intereses, a las necesidades, a
las expectativas, a la edad y al ritmo de aprendizaje. Los juegos complicados
le restan interés a su realización.
En la primera etapa
se recomiendan juegos simples, donde la motricidad esté por delante. Los juegos
de imitación, cacería y persecución deben predominar en esta etapa. En la
segunda, deben incluirse las competencias y los deportes.
El niño/a ni está
preparado ni le gusta oír largo tiempo las explicaciones de clase, sin embargo,
el profesor/a es consciente de que este/a asimila más o menos el 20% de su
exposición, pero en ocasiones no cambia sus estrategias, continúa apegado a lo
tradicional, sobre todo en el Primer Ciclo de Primaria que es inhumano hacer
que los niños/as permanezcan sentados/as largo tiempo. Es aconsejable que cada
cierto tiempo se levanten de sus asientos y que den una vuelta alrededor de los
pupitres, que den pequeños saltos, que levanten las manos, que imiten algún
animal y luego vuelvan a sus sitios.
Los juegos deben
propiciar la higiene personal. Por este motivo, el juego constituye una
situación ideal para la formación de hábitos higiénicos.
La experiencia enseña
que en la segunda etapa también son importantes esos ratos de ocio bien
dirigidos en los cuales se pueden incluir juegos, canciones, cuentos,
retahílas, adivinanzas, fábulas, trabalenguas, cuentos crecientes, cuentos
mínimos, descifrar códigos ¿A qué se parece?, anagramas, entre otros (Torres
Perdomo, 1991, 1993, 2001). Si las actividades se combinan el resultado tiene
que ser halagador.
Estos períodos de
descanso benefician el desenvolvimiento del estudiante y le permiten al
profesor/a controlar – para orientar – el proceso de aprendizaje en forma
individual y colectiva. También le permiten conocer quién produce y cómo lo
hace, bajo qué procedimientos se orienta y qué actitudes involucra. Esas
manifestaciones espontáneas que propician los juegos sirven de pauta para las
evaluaciones conscientes y justas.
El juego, como
elemento esencial en la vida del ser humano, afecta de manera diferente cada
período de la vida: juego libre para el niño/a y juego sistematizado para el/la
adolescente. Todo esto lleva a considerar el gran valor que tiene el juego para
la educación.
En definitiva, para
que un juego se convierta en un medio educativo, es necesario que se den y que
se creen, las siguientes condiciones:
·
Potenciar la
creatividad.
·
Permitir el
desarrollo global del niño/a.
·
Eliminar el exceso de
competitividad, buscando más lo cooperativo que lo competitivo; dando más
importancia al proceso que al resultado.
·
Evitar situaciones de
jugadores espectadores, evitando juegos de eliminación. Estableciéndose como
una vía de aprendizaje cooperativo impidiendo situaciones de marginación.
·
Ser gratificante, y
por lo tanto motivante y de interés.
·
Suponer un reto para
el niño/a pero que éste sea alcanzable.
Jugando, el niño/a aprende porque
obtiene nuevas experiencias, porque es una oportunidad de cometer aciertos y
errores, de aplicar sus conocimientos y de resolver problemas. El juego
estimula el desarrollo de las capacidades de pensamiento, de la creatividad
infantil, y crea zonas potenciales de aprendizaje.
En el plano intelectual, el desarrollo
del juego de simulación o ficción incorpora muchas tendencias del desarrollo
cognitivo, todas ellas relacionadas con el desarrollo de un pensamiento menos
concreto y más coordinado. Estas tendencias incluyen descentración,
descontextualización e integración, al mismo tiempo que desarrollan el
pensamiento convergente y divergente (Bruner, 1972; Dansky, 1980 a; Pepler y
Ross, 1981), y suponen un apoyo para la elaboración de muchas operaciones
cognitivas tales como correspondencia, conservación, clasificación,
reversibilidad, y toma de perspectiva.
Se considera que la
lúdica es fundamental en el proceso de enseñanza, donde ésta fomenta la participación, la
colectividad, creatividad y otros principios fundamentales en el ser humano.
Todo juego sano enriquece, todo juego o
actividad lúdica sana es instructiva, el estudiante mediante la lúdica comienza
a pensar y actuar en medio de una situación que varía. El valor para la
enseñanza que tiene la lúdica es precisamente el hecho de que se combinan
diferentes aspectos óptimos de la organización de la enseñanza: participación,
colectividad, entretenimiento, creatividad, competición y obtención de
resultados en situaciones difíciles.
La lúdica como parte fundamental del
desarrollo armónico humano, no es una ciencia, ni una disciplina ni mucho menos
una nueva moda. La lúdica es más bien una actitud, una predisposición del ser
frente a la vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la vida, y
de relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que se produce
disfrute, goce, acompañado de la distensión que producen actividades simbólicas
e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, el arte y otra
serie de actividades, que se producen cuando interactuamos sin más recompensa
que la gratitud que producen dichos eventos.
“La lúdica no como un medio, sino como un
fin, debe de ser incorporada a lo recreativo más como un estado ligado en forma
natural a la finalidad del desarrollo humano, que como actividad ligada sólo al
juego; es más bien propender por una existencia lúdica de tipo existencial, que
nos ayude a comprendernos a sí mismos, para comprender al otro en toda su
dimensión sociocultural”.
“la lúdica es una dimensión del desarrollo
humano, siendo parte constitutiva del ser humano, como factor decisivo para
lograr enriquecer los procesos. La lúdica se refiere a la necesidad del ser
humano, de comunicarse, sentir, expresarse y producir emociones orientadas
hacia el entretenimiento, la diversión, el esparcimiento, que pueden llevarnos
a gozar, reír, gritar o inclusive llorar en una verdadera manifestación de
emociones, que deben ser canalizadas adecuadamente por el facilitador del
proceso”
La Lúdica fomenta el desarrollo psico-social,
la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, encerrando una
amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad
y el conocimiento. Es la atmósfera que envuelve el ambiente del aprendizaje que
se genera específicamente entre maestros y alumnos, docentes y discentes, entre
facilitadores y participantes, de esta manera es que en estos espacios se
presentan diversas situaciones de manera espontánea, las cuales generan gran
satisfacción.
la actividad lúdica es útil en el currículo
escolar porque pueden presentar y lograr el objetivo docente a través de un
juego para el alumno, de esta forma se adquiere un carácter específico por las
condiciones en que se desarrolla, la actividad docente se asimila mucho mejor.
Hasta ahora, generalmente se subvalora la enseñanza a través del juego, se
considera una actividad o técnica poco acabada para transmitir conocimientos,
pero no sólo es una forma especial de comunicación y enseñanza sino un
instrumento de exploración que debe ser cultivado.
El
contenido de la lúdica en la escuela no lo integrarán algunas asignaturas
aunque siempre se destacarán unas por encima de otras, ni métodos ni
procedimientos por separado, sino una relación interdisciplinaria que abarque a
Toda la enseñanza, en que para los profesores
sea obligatorio cumplir con el "Aula de lúdica", esta será la forma
de obtener el desarrollo completo del escolar, afirmando que es muy importante
la exigencia por parte del lúdico para la multilateralidad y relación ínter
materias respetando la libertad, voluntariedad, creatividad y espontaneidad de
los estudiantes por encima de todo. Esta dinámica prevendrá contra el
anquilosamiento educativo.
La lúdica es tomada como una propuesta
pedagógica, que proporciona herramientas innovadoras al maestro, desde la
perspectiva de la comunicación y aprendizaje, en otras palabras la lúdica en
éste sentido es una herramienta que ayuda al desarrollo integral del estudiante.